FORTIFICACIONES

Como decimos en la introducción, las fortificaciones del siglo XX son los descendientes directos de los castillos y ya forman parte del patrimonio histórico español.

Podemos considerarlas desde muchos puntos de vista, atendiendo a su funcionalidad, desarrollo cronológico, etc. Con criterio militar suele diferenciarse entre obras permanentes, que son las proyectadas y construidas en tiempo de paz, eligiendo el lugar más conveniente para ello, y obras de campaña, que son las construidas en los frentes de guerra, allí donde las operaciones lo requieren, aunque no sea el terreno más adecuado.

Fuerte de la Restinga (Melilla). Construido en 1908 mantiene características de la fortificación del s. XIX.


En la batería de Castillitos (Cartagena, Murcia) se montó la artillería más moderna disponible en los años 20 dándole un aspecto fantástico de castillo medieval a su original fachada.

Las fortificaciones de campaña de la Guerra Civil terminaron siendo obras muy complejas, casi permanentes, como este fortín en Colmenar de Arroyo (Madrid).
Desde los años de la II Guerra Mundial y hasta avanzada la década de 1950 se construyeron diversas fortificaciones en las fronteras españolas. Son obras ligeras agrupadas en posiciones defensivas más complejas, organizadas en centros de resistencia situados en lugares elegidos por los ingenieros después de estudiar el terreno.
Línea P.; asentamiento blindado en La Sagüeta (Huesca)